martes, 16 de diciembre de 2008

Agonía del alma

Fue una tarde de verano, donde un sueño termino, sola y triste esta mi alma al saber que ya no estas. En penumbra esta mi alma, en tinieblas esta mi ser, al no ver más tu mirada, muero a poco de dolor. Mis ojos se han vuelto como nubes cual invierno han de llover, la agonía de mi espíritu, ya no puede contener. Son mis noches la agonía, cual sentencia a muerte, donde el llanto no se aguanta y el hablar no esta presente. Mi ser muere de a poco, como aquel árbol al caer su hojas al atardecer, solo y triste esta en el campo, cual las aves al sur volaron, sin aire y sin respiro, ya no puedo, ya no vivo sino te vuelvo a ver.

Quisiera gritar al viento todo, todo, mi sufrir, por el mal causado; solo me queda decir, que si alguna vez pedí, no fue un diamante, ni un rubí, solo fue estar contigo y hacerte feliz.

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